La historia de la Ciencia Jurídica hondureña, es difusa, incomprendida e inexistente, es vinculante esta apreciación, a que el sistema de las Escuelas de Derecho, como política nacional de Educación Superior, nunca han desarrollado con propiedad los cuadros de investigación que generen y articulen el desarrollo científico-jurídico conforme a nuestras propias necesidades y realidades culturales.
Recientemente la Rectora de la Universidad Nacional Autonoma de Honduras, Julieta Gonzalina Castellanos, afirmó que el 86% de los profesionales de la UNAH solo son Licenciados, sin tesis de grado, mucho menos sin postgrados estructurados a un proceso de investigación en las diferentes áreas del saber universitario, ¡Que paradoja las de la vida!, el que escribe esta breve reflexión, fue profesor universitario de la UNAH-VS, que decidió cursar los módulos del Doctorado en Derecho del Trabajo y Seguridad Social en la Universidad Complutense de Madrid y a mi regreso para la reincorporación en la UNAH- VS y entregarme al sueño de la academia de la Escuela de Derecho, me encontré que el circulo político de mediocridad había dispuesto cancelar mi plaza, para concedérsela a uno de sus partidarios conservadores, para que yo no formará parte de la Nobel Escuela que con el tiempo se fue deteriorando, sin dar respuesta alguna más allá de graduandos con título a la sociedad hondureña.
Catorce años después de mi retiro de esas aulas universitarias, al regresar, pareciera que el tiempo no ha mejorado absolutamente nada, algún leve desarrollo físico, pero siempre bajo la carcoma de la inercia académica y de la falta de rigurosidad científica de la misma, a tal grado que ni librería existe en la UNAH-VS.
Así discurre la vida científica de la UNAH en cuanto a la ciencia jurídica se refiere y no digamos lo neófita aportación de las universidades privadas, Honduras, camina en una copia sin fin, de normas y codigos que nos desfigura jurídicamente, los recientes ejemplos, el Código Procesal Penal, el Código Procesal Civil, la normativa que regula el sector contra el narcotráfico y lavados de activos son copias españolas y colombianas que obedecen a otras realidades, con difíciles parámetros de medición para ser extrapolados a nuestro país, reformar el Código Civil en la parte de las Personas fue de un tajo con el Código de Familia y con el Código Procesal Civil nos llevamos otra parte del histórico Código Civil Hondureño, reformar la Constitución, es un tus ni muz, o un simple estornudo de una oligarquía o capricho Yankee, sin respetar la historia y las fuentes constitucionales hondureñas.
Un grupo de consultores se lucran sin dejar un tejido intelectual jurídico que beneficie la academia jurídico-laboral hondureña, un pequeño grupo selecto de abogados de la capirucha, aprenden a dominar estas copias y caminan como grandes señores de la intelectualidad en medio de la ignorancia científica del resto.
También recientemente la Rectora de la UNAH pareciera que después de su misión de salvar al país en el tema de la seguridad, ha decidido reconocer que los postgrados deben de ser gratuitos, con asignación de becas a los estudiantes con excelencia académica, para hacer investigación rigurosa en una estructura que obedezca a los cuadros de formación del país, ¡EUREKA! Por fin alguien pensó ante el llanto y menosprecio que muchos hemos tenido en el país.
Un Código Procesal Laboral se asoma al sin número de otras codificaciones copias que tiene el país, se desconoce los Juristas Consultores que lo elaboraron y sin menospreciar el contenido del mismo, mi crítica va orientada a lo siguiente: ¿De que servirá una copia más, en relación a este procedimiento laboral, sino enriquece la experiencia de la cultura jurídica del actual procedimiento?
Menospreciar lo existente es un error que no fomenta analizar las virtudes y aprovechar los conocimientos ya adquiridos en el actual procedimiento, para así crear por primera vez una verdadera cultura jurídica del ámbito laboral y que podamos decir: “ES DERECHO LABORAL PROCESAL HONDUREÑO”.
En la República de Argentina, la Presidenta Dra. Cristina Fernández, pronunció estas palabras con la promulgación del nuevo Código Civil y Comercial argentino: "Es un producto cultural auténticamente argentino", al tiempo que destacó que es "hijo de la democracia" y que no pertenece a "ningún partido político y a ningún gobierno".
Distamos mucho de esta realidad los hondureños, con nuestros códigos, y con el nuevo que viene en procedimiento laboral, no es un producto cultural auténticamente hondureño, mucho menos hijo de la democracia, ya que no obedece a una reflexión de los sectores que involucra al derecho laboral en su conjunto. En Honduras le pertenece ese nuevo Código Procesal Laboral a una intención civilista que desnaturaliza ese proceso, atentando contra las instituciones de esa materia, bajo el peligro de desarraigar los derechos individuales y colectivos de la clase trabajadora la que tantos lustros lucho por la adquisición de sus derechos.
Es un pulso, entre los que más tienen y los que menos tienen, sin la mediación objetiva de un estado democrático consciente y de una academia universitaria que aporte su ilustración científica, solo para poder decir bajo el manto de la modernidad, “QUE HONDURAS Y SUS LEYES LABORALES ESTÁN ACTUALIZADAS.”
Carlos Augusto Hernández Alvarado
carlosaugusto69@yahoo.com
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