EN RECONSTRUCCIÓN

sábado, 27 de septiembre de 2014

LO COTIDIANO (CUENTO CATRACHO)

   
 
  A Pancha la tamalera, le mataron a su hijo Juancho, en una  callejuela de la capital, le apodaban el Toro por que trabajaba sin parar, Pancha lo llora a cantaros  y con desconsuelo, y en medio del dolor grita: ¡Por qué me lo mataron si era bueno!  La gente con terror, por la muerte del buen hombre, mira el cuadro de horror  y con la boca apretada se traga el comentario. ¡No aguantamos más!



     La policía haciendo alarde de función, cubre la escena  para no contaminar y Pedro el amigo del Toro, observa y se pregunta ¿Quién contamina a quien? Un cámara toma los casquillos de la A K. 47. Se conoce el nombre del muerto y el forense lo arrebata para dictar de que murió, alargando a Pancha en sufrimiento y a la vecindad, al hechor la noche se lo llevo, y el oficial contaminado exclama: ¡Le daremos investigación, sin ajuste de cuenta más!


     El Fiscal, un nuevo expediente, se esconde la justicia, sigue el espanto de la impunidad y la prensa gotea sangre.
     

Por Augusto Hernández Zavala 
 Carlos Augusto Hernández Alvarado 
25/1/2011.                                                                                                                                                                                      

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