EN RECONSTRUCCIÓN

lunes, 2 de julio de 2012

México: Irregularidades en jornada electoral


Por Alejandro Marín

Los resultados del conteo de actas computadas http://www.difusorprep-elecciones2012.unam.mx/prep/NACIONAL/PresidenteNacionalVPC.html ofrecen una mediatica victoria electoral al PRI, el mapeo cromático http://www.google.com.mx/elections/ed/mx/results anuncia que el sistema socio-político-"civico-cultural" otorgará curules, mayor presupuesto y lugares a miembros de un partido nacional que habíamos creído extirpado de los órganos de gobierno.

Personajes, mimos y marionetas a los que les toca decidir la política nacional de los siguientes años, un partido que ha ganado en medio de sobornos, acarreos a granel, "carruceles" al por mayor, coacción del voto, compra de credenciales del IFE (con las que se vota en México), inclusión de personas fallecidas en el padrón electoral que sorprendentemente votan, instalación de casillas en predios con propaganda proselitista a su favor, distribución obsena de cuantiosos recursos (en bienes muebles, inmuebles y monetarios) a corporaciones empresariales y de limosnas a ciudadanos del sector más vulnerable y pobre, disposición de recursos públicos a favor de su campaña electoral, utilizando transportes oficiales para translado de propaganda proselitista, disposición de personal de gobierno para coacción de voto, amedrentamiento de votantes a cargo de gente armada en distintas casillas del país, intimidación y amenazas durante la jornada electoral, compra directa del voto en plena casilla, cuadrillas de gente armada merodeando casillas, urnas y boletas robadas, boletas encontradas en basureros, actos de violencia verbal, física y mediatica, atropellos y lamentablemente se habla de muertos en algún distrito de veracruz.


La inequidad mediática, pese al auge de las redes sociales y del enconado movimiento #yosoy132, marcó su peso específico en las zonas a donde la televisión y la radio convencional y comercial llegan pero el internet no. En México dichas localidades son cuantiosas, la mitad de la población mexicana viviendo en la pobreza, sin vivienda, sin salud, sin alimentación, sin educación, analfabetas, y casi me atrevería a decir que sin el conocimiento del ejercicio de sus derechos elementales. Sin saber leer y con hambre, cambian un IFE por una despensa. Los consumidores de televisión siguen dando crédito de juez y mentor a los "lideres de opinión" del duopolio. Se documentó que la candidatura ahora ganadora se impulsó millonariamente desde ahí, mientras AMLO recorría todo el país. El peso específico presencial entre las visitas de AMLO a cada municipio y el tiempo en televisión de su opositor Peña Nieto prospectivamente hizo diferencia.

Los actores sociales económicamente más desfavorecidos se debaten entre votar por el PRD y no creerle a al partido de la revolución democrática que ha traicionado sus ilusiones revolucionarias. Que no ha entregado cuentas satisfactorias en sus encomiendas políticas, acusado incluso de replicar las electoralmente eficientes prácticas de corrupción y clientelismo que su opositor (sin la misma eficiencia ni magnitud), acusado de ser hostil ante puntos vulnerables irresueltos como el conflicto zapatista, las cuestionadas alianzas con el PAN en las elecciones pasadas donde se eligieron gubernaturas en algunos estados, el brincoteo de puestos del PRI al PRD y en algunos casos viceversa, parte del gabinete obradorista y algunas candidaturas perredistas personificadas por gente ahora progresista que antes fue protagonista de los más ignominiosos hábitos del PRI, aunado al conflicto de tribus arrogantes que no terminan de entender la magnitud de perder una elección presidencial teniendo amplias condiciones a favor.

La insatisfacción de la clase media ante corruptelas e ineficiencias administrativas en el ejercicio de gobierno federal panista no es suficiente para apostarle a favor al atinado y necesarísimo acuerdo entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón. Dicho acuerdo fructificó para cohesionar las estructuras internas del PRD donde "si mi jefe ofrece la mano, yo también", pero no fue suficiente para ostentar la imagen social y mediática de un partido político que sea capaz de cambiar este país.

Los que ganan siguen ganando, gane quien gane. Apuestan algunas de sus canicas al amarillo y otras al tricolor, igualmente el sistema económico-financiero no está sujeto a cargos de elección popular ni a sufragio alguno.

Los jóvenes metropolitanos recientemente habían inyectado esperanza a las ciudades, sus pacíficas marchas dieron una luz a las sonrisas de los no tan jóvenes. Todos hablaron positivamente del movimiento #yosoy132, desde los presidentes Calderón (México) y Correa (Ecuador), los movimientos sociales apartidistas, los sindicatos, los distintos grupos etarios se identificaron con esta esperanza. Hasta los que en otros tiempos habían llamado a no votar, esta vez aplaudían un movimiento que llamaba a acudir a las urnas. Incluso el EPR, guerrilla activa e histórica (por el tiempo que lleva de existir en México) habló positivamente de los jóvenes universitarios. Todo el espectro virtual mediático habló de ellos a su favor. Los medios convencionales y los medios alternativos los escucharon, unos los dejaron ser mientras otros los apoyaron, muchísimos los reivindicaron. Al final don dineró no cambió su apuesta. Un nuevo sector se suma al descontento. El estudiantado socialmente más visionario de las universidades privadas está probando su tolerancia a la frustración. Ya cimbró el piso de muchos actores sociales que venían avenjentándose en sus demandas. Viene la reflexión.

Hago votos por no generar sentimiento de culpa, esa educación no nos ha resuelto nada. Al contrario, sigamos asumiendo responsabilidades. Ya sabemos problematizar y criticar y somos muy atinados en ello. Comencémos a resolver, nos toca ser resolutivos en nuestro entorno. Tengamos conocimiento de la conveniencia de estar organizados, de saber a ciencia cierta para qué sirve un partido político de izquierda, para qué es usado actualmente y cuál tipo de democracia queremos.

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