Los pueblos en las ansias de
buscar su libertad del yugo colonial, han librado luchas y gestas
revolucionarias que han erigido a sus héroes fundadores. Centroamérica y
Honduras en particular con sus características históricas dieron hombres de la
talla de Francisco Morazán y de José Trinidad Cabañas, inmaculados ante la historia patria, son
nuestros grandes generales históricos que alimentan los valores de la independencia,
la libertad, la honradez, la honestidad y de ofrendar la vida por la patria.
¿Qué
pasó con estos acrisolados ejemplos de nuestros fundadores y generales en nuestra
vida ciudadana e historia militar?, no habíamos salido del yugo español y
ante la difusión social por las luchas
entre conservadores y liberales, fuimos atrapados por el nuevo eje imperial
norteamericano que nacía a finales del siglo XIX, frágiles en nuestras
identidades y nuestras convicciones nacionales el nuevo imperio, entendió que aquí
existía un caldo de cultivo para su subyugar a estos pueblos, la “Carta Rolston”
es una muestra estratégica de esa concepción del dominio imperial e instauró y
fomentó la desculturización de los valores ciudadanos y el autoritarismo de las
armas.
No pasó mucho tiempo cuando el
capital transnacional comprendiera la raíz sociológica del pueblo hondureño creando
las oligarquías conservadoras que diseñaron a su vez un aparato militar al servicio
de ellas y del imperio, ejemplo contradictorio a los de lo Morazán y Cabañas.
Desde la mitad del siglo XX hasta
1982, Honduras vivió bajo la domesticación y culturización militar de los
Gobiernos:
-Gobierno de la Junta Militar 1956-1957
-Gobierno de López Arellano 1963-1957
-Segundo Gobierno de Lopez Arellano 1972-1975
-Gobierno de Juan Alberto Melgar Castro 1975-1978
-Gobierno de Junta Militar 1978-1980
-Gobierno Provisional de Policarpo Paz García
1980-1982
Se nos
enseñó a pensar como militares, a tener un respeto al autoritarismo
basado en imposición y transgresión normativa, nos dijeron que marchar era
demostrar nuestro amor a la patria y en suma a generar una admiración a los
uniformes verde olivos con una idealización y amor al sistema militar
norteamericano.
Estos periodos militares de gobierno son
sinónimos del atraso, de haber sentado
las bases de la corrupción en el país, del entreguismo permanente, de la
facilitación del dominio extranjero, del
menosprecio a la vida y a la vida ciudadana por quienes pensaran diferente.
La constitución de la Republica de 1982
es un producto de esa experiencia autoritaria, en los más de 30 años de
supuesta democracia, la sociedad hondureña no ha podido sacudirse la raíz del
autoritarismo, ni del caudillismo servil de la oligarquía, a tal grado que
tenemos un presidente egresado de un Colegio Militar, que considera que el
estado en la esencia republicana de los militares fundadores, no es una
división de poderes, sino un tres en uno, bajo el mando imponente de su
antidemocrática forma de gobierno.
De todo lo que señalo el artículo 272 el
cual transcribo íntegramente es una muestra de la realidad asignada al
Militarismo en Honduras, militarismo
que no nace en la lucha popular, sino como una división al servicio de las
clases pudientes.
“Artículo
272. Las Fuerzas Armadas de Honduras, son una
Institución Nacional de carácter permanente, esencialmente profesional,
apolítica, obediente y no deliberante.
Se instituyen para defender la
integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el
imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio y la
alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República.
Cooperaran con la Policial
Nacional en la conservación del orden público.a efecto de garantizar el libre
ejercicio del sufragio, la custodia, transporte y vigilancia de los materiales
electorales y demás aspectos de seguridad del proceso, el Presidente de la
Republica, pondrá a las Fuerzas Armadas a disposición del Tribunal Supremo
Electoral, desde un mes (1) antes de las elecciones, hasta la declaratoria de
las mismas”
El citado precepto legal es claro, cuando asigna mantener el imperio
de la constitución, la alternabilidad en el ejercicio del poder y ser los
custodios del proceso electoral.- Esto debería estar asignado a la vida
ciudadana civil.
Una mal intencionada propuesta de querer concederles el derecho al
sufragio está volviendo la vista hacia el pasado más profundo de la bota, con
el propósito de garantizar no solo favores electorales, sino que a su vez se
corra el peligro de que un día quieran ser electos porque consideraran que se
les viola sus derechos y ante el “Modelo de Justicia en la Sala Constitucional” que poseemos, corremos el riesgo de
terminar de distorsionar y vivir finalmente bajo el garrote, al servicio de los
mismos intereses que la crearon, el artículo 3 y 4 constitucional no tendrían validez.
Esta forma de convivencia, nos ha dado como consecuencia el no
respeto y la interpretación antojadiza
de las normas constitucionales para hacernos vivir en el país más
inconstitucional de América Latina.
Los ejemplos abundan: las Ciudades Modelos que cercenan el territorio
nacional en contra del artículo 12 de la Constitución, así como las sentencia
del 239 que habilita la Reelección Presidencial en contra de lo dispuesto en
los artículos 2 (primer párrafo) y 5 de la Norma Constitucional, el haber
habilitado a Ricardo Maduro para que fuera presidente violentó el articulo 238
numeral 1 Constitucional, las Reformas Laborales y de Seguridad Social que se
oponen a los principios sociales contenidos en la Constitución en los artículos
del 127 al 150, las Reformas Tributarias Financieras, que se oponen a los
principios comprendidos en el artículo 351 Constitucional, la administración de
la Hacienda Pública trasladada a los bancos que violenta el artículo 355 de la
Constitución, la forma de distribuir la tierra que violenta los artículos 344 y
345, la violentación permanente por los Operadores de Justicia del Sistema de Derechos
Individuales comprendidos entre los artículos del 65 al 110 de la Constitución;
el nulo desarrollo de los derechos sociales comprendidos entre los artículos
del 111 al 181; la entrega de hondureños mediante la modificación del artículo
102 sin tratado recíproco equitativo en la materia; las Reformas Educativas que
se oponen a los principios señalados en los artículos 157 al 177 de la
Constitución, la descalabrada salud y su reforma que se oponen a los artículos
145 al 150 de la norma fundamental; son algunos de hechos que causan pena y
vergüenza de la vida inconstitucional que llevamos a la cual no se tiene
derecho a protestar porque el militarismo está presto a repeler a punta de bayoneta
cualquier protesta, porque se opone a los intereses de la oligarquía que lo
creó.
Maltrecha y autoritaria la constitución de 1982, si tan solo tuviera
la valentía alguna parte de la clase política hondureña en desarrollar lo que
precedentemente señalé, podría provocarse una revolución en beneficio de lo que
señala el primer párrafo del artículo 59 constitucional que dice lo siguiente:
“Artículo 59. La persona humana es el fin supremo de la Sociedad y del Estado. Todos
tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del ser humano es
inviolable…”
LA REVOLUCIÓN ESTA OCULTA,
PORQUE OCULTO Y PERDIDOS ESTÁN LOS REVOLUCIONARIOS.-
Carlos Augusto Hernández
Alvarado
Abogado y Notario
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