EN RECONSTRUCCIÓN

sábado, 2 de abril de 2011

(VIDEOS) Nueve muertos en Afganistán en las protestas por la quema del Corán



A menos que los responsables de la quema del Corán sean severamente castigados, veremos violencia y protestas, no solo en Afganistán, sino en todo el mundo”, esta es la advertencia que lanzó ayer Mullavi Qyamudin Kashaf, jefe del Consejo de Ulemas de Afganistán ante la situación de violencia que se está registrando en el país centroasiático los dos últimos días como consecuencia de la quema de un ejemplar del Corán en una pequeña iglesia de Florida, Estados Unidos.

Las protestas comenzaron el viernes, día festivo para los musulmanes, en la ciudad norteña de Mazar e Sharif y se han propagado rápidamente por todo el país; siendo en la ciudad de Kandahar donde se han registrado los incidentes más graves.


Según informa el corresponsal de la agencia de noticias afgana AIP cientos de manifestantes se habrían echado a las calles de esta ciudad sureña de Afganistán para protestar por lo que consideran una ofensa a todo el mundo islámico. “Las protestas se están produciendo en varias zonas de la ciudad contra la quema de un Corán en América. Se han oído disparos”, informa la agencia.

La policía ha intentando disolver a los manifestantes mediante cargas y disparos al aire, en señal de advertencia con el fin de dispersar la protesta. El resultado ha sido una batalla campal que se ha saldado con nueve muertos, 73 heridos de diversa consideración y graves destroces en varios comercios y en varios vehículos que se encontraban estacionados en la calle.

Estas violentas protestas vienen precedidas por el gravísimo altercado en la ciudad de Marzar e Sharif donde un grupo asaltó la sede de la Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) asesinando a siete miembros de la delegación local de la ONU- -tres miembros de la misión y cuatro guardas de seguridad, todos ellos extranjeros- y a otros cinco civiles.

Unos 20.000 manifestantes se concentraron delante de la sede de Naciones Unidas en Mazar tras el perceptivo rezo de los viernes; armados con cuchillos, palos y piedras para protestar por la quema del Corán el pasado 20 de marzo en la ciudad de Gainesville.

Tras reducir a los guardias nepalíes, que estaban protegiendo el edificio, penetraron en las oficinas del organismo internacional atacando a todos los que encontraron a su paso; entre ellos al máximo representante de la ONU en la ciudad.

Según testigos presenciales los manifestantes utilizaron las armas que sustrajeron a los guardias de seguridad para perpetrar la matanza, salvo a dos personas, que fueron secuestradas y posteriormente decapitadas.

El principal encargado de la misión de Naciones Unidas en Afganistán, Staffan de Mistura, se desplazó de inmediato desde la capital de Afganistán hasta Mazar i Sharif para investigar lo ocurrido y presentar una versión oficial. El último ataque contra la ONU en Afganistán se produjo en 2009 en su sede de Kabul, donde murieron ocho personas.

La ciudad de Mazar e Sharif, hasta el pasado viernes, se encontraba entre las localidades más seguras de todo el país, razón por la cual será de las primeras que pasen a estar bajo control de las Fuerzas de Seguridad de Afganistán (invasoras). La mayoría de sus habitantes son tayikos y uzbekos y en los nueve años de contienda los altercados han sido mínimos.

Por su parte, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, condenó ”en los términos más duros posibles la matanza” perpetrada en el norte de Afganistán; al mismo tiempo que tachó de “esencial” el trabajo que está realizando Naciones Unidas en Afganistán. “Debemos mantener la calma y esperar a que todas las partes rechacen la violencia y resuelvan sus diferencias a través del diálogo”, afirmó Obama.

La ONU ha solicitado a Hamid Karzai que “lleve a los responsables ante la justicia”; además de condenar ”todo tipo de violencia y la incitación a ella”; señala el comunicado del Consejo de Seguridad.

También pidieron que, con la cooperación de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), las autoridades afganas “tomen todas las medidas necesarias para la protección del personal de Naciones Unidas y de sus instalaciones”.

Igualmente, reafirmaron su apoyo al Gobierno y al pueblo afganos, y destacaron el trabajo conjunto con la ONU, además del compromiso del Consejo “con un seguro y estable Afganistán”.


Soldados estadounidenses y agentes de seguridad afganos inspeccionan el lugar del atentado insurgente en una base militar estadounidense en Kabul.










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