En Honduras dentro de toda la burocracia que a los ciudadanos que si trabajamos nos toca mantener existe una institución llamada “Programa de Asignación Familiar”, esta institución tiene como misión “Propiciar y generar oportunidades en los grupos poblacionales vulnerables desarrollando el capital humano y las capacidades técnico-productivas de las familias. Apoyar a los sectores y grupos socialmente frágiles por medio de transferencias monetarias complementadas con proyectos del área social, particularmente en educación y salud, cuyo requisito es la corresponsabilidad de la población beneficiaria”.
En la actual administración de Porfirio Lobo Sosa su misión se ha limitado a la parte que subrayé en el párrafo anterior que es dar transferencias monetarias a grupos y sectores totalmente frágiles a lo cual se le ha dado gran publicidad y pompa con el famoso “Bono 10,000”. ¿Pero quién se toma la molestia de investigar más allá de ver si el famoso bono se reparte políticamente o no, si este bono realmente se paga? Pues yo me he tomado la molestia de hacer una pequeña investigación que no requiere gran ciencia, cualquiera puede ir a las diferentes oficinas del PRAF y verificar con sus propios ojos como se hacen las cosas en Honduras.
Empecemos con el bono de la tercera edad, que es uno de los grupos más vulnerables y abandonados de la sociedad hondureña, iniciaré relatando en que consiste este bono, es una asignación de L. 600.00 anuales que se les da a las personas de escasos recursos y mayores de 65 años, más allá de todo ¿Qué tipo de ayuda es esa para un sector tan desvalido? Podrá un anciano comprar sus medicinas de un mes siquiera con L. 600.00, ni siquiera puede comer una quincena con semejante cantidad por la que se gastan tanta publicidad, se paga más en promocionarlo que en lo que directamente recibe el beneficiario. Si en entra a la página del PRAF con facilidad se dará cuenta en los informes del año 2010 que “aparentemente” resultaron beneficiados con este bono cerca de 56,500 personas, realmente no sé si esta cifra es real o inventada porque hay ciertos resultados que arrojan dudas, por ejemplo que se hayan entregado 5,300 bonos en Olancho mientras que en Cortés que es un departamento con mayor densidad poblacional solo se hayan entregado 3,600. Pero la observación más importante es que tristes 600 lempiras anuales no van a resolver las necesidades de las personas de la tercera edad, pero si este dinero se hubiera administrado de otra forma los L.33,900.000.00 entregados en bonos no hubieran sido desperdiciados, pues considero que la cantidad correspondiente a 6,700 bonos entregados en Francisco Morazán que ascienden a L. 4,020,000.00 perfectamente se hubieran podido invertir en una sala del adulto mayor en el Hospital Escuela donde a diario reciben ayuda médico hospitalaria miles de ancianos de la tercera edad de escasos recursos, los mismo hubiera sucedido si los 1, 200 bonos entregados en Choluteca que ascienden a L. 720,000.00 se hubieran invertido en el Hospital del Sur realmente hubiera habido un beneficio real para la tercera edad cuya necesidad más inmediata es una buena atención médica, ahorrándose solo Dios sabe cuántos millones de lempiras en burocracia.
Por otro lado sin entrar en los detalles del bono de la tercera edad solo basta ver que del famoso 10,000 ni siquiera se recibe por parte de los beneficiarios los consabidos L.10,000 pues se les paga trimestralmente la cantidad de L. 2,400, si usamos la aritmética hay L.400 lempiras que solo Dios sabe hacia dónde se destinan, que tal tomarse la molestia de investigar qué cantidad de millones es desperdiciada en darle limosna a un ciudadano y ni pensar en que cosas de real beneficio para la gente pobre de este país se pudo haber hecho con esos recursos malgastados durante el año 2010.
Me limitaré únicamente a desnudar la mala administración y uso de los recursos del Estado durante la Administración lobista en dos simples bonos que se encuentran anunciados en la página web del PRAF y que la información que usé para escribir esta cuartilla la puede obtener cualquier persona que ingrese a leer los informes del PRAF, con solo dos tristes bonos me pude dar cuenta del robo de L. 400 lempiras por cada bono 10,000 entregado y del “robo” que implica a la sociedad gastar tantos millones de una forma tan inútil.
No es en vano que la juventud hondureña en serio y en broma le ha puesto a este pseudo presidente el estigma de “PEPE ROBO” pues roba al entregar incompletos los bonos y roba al no administrar bien los pocos recursos con que contaba Honduras en un año tan crítico en las finanzas del estado como el mismo se encargó de recalcar que fue el 2010.
Me pregunto ahora que formas tan mediocres buscarán para administrar las ayudas externas que ingresen al país el próximo año, sinceramente que Dios nos salve de estos gobiernos golpistas cuya única cualidad que sobresale es la ineptitud en la administración pública.
Abog. Carmen Celina Caballero
Correo: carmencelin1@yahoo.com
En la actual administración de Porfirio Lobo Sosa su misión se ha limitado a la parte que subrayé en el párrafo anterior que es dar transferencias monetarias a grupos y sectores totalmente frágiles a lo cual se le ha dado gran publicidad y pompa con el famoso “Bono 10,000”. ¿Pero quién se toma la molestia de investigar más allá de ver si el famoso bono se reparte políticamente o no, si este bono realmente se paga? Pues yo me he tomado la molestia de hacer una pequeña investigación que no requiere gran ciencia, cualquiera puede ir a las diferentes oficinas del PRAF y verificar con sus propios ojos como se hacen las cosas en Honduras.
Empecemos con el bono de la tercera edad, que es uno de los grupos más vulnerables y abandonados de la sociedad hondureña, iniciaré relatando en que consiste este bono, es una asignación de L. 600.00 anuales que se les da a las personas de escasos recursos y mayores de 65 años, más allá de todo ¿Qué tipo de ayuda es esa para un sector tan desvalido? Podrá un anciano comprar sus medicinas de un mes siquiera con L. 600.00, ni siquiera puede comer una quincena con semejante cantidad por la que se gastan tanta publicidad, se paga más en promocionarlo que en lo que directamente recibe el beneficiario. Si en entra a la página del PRAF con facilidad se dará cuenta en los informes del año 2010 que “aparentemente” resultaron beneficiados con este bono cerca de 56,500 personas, realmente no sé si esta cifra es real o inventada porque hay ciertos resultados que arrojan dudas, por ejemplo que se hayan entregado 5,300 bonos en Olancho mientras que en Cortés que es un departamento con mayor densidad poblacional solo se hayan entregado 3,600. Pero la observación más importante es que tristes 600 lempiras anuales no van a resolver las necesidades de las personas de la tercera edad, pero si este dinero se hubiera administrado de otra forma los L.33,900.000.00 entregados en bonos no hubieran sido desperdiciados, pues considero que la cantidad correspondiente a 6,700 bonos entregados en Francisco Morazán que ascienden a L. 4,020,000.00 perfectamente se hubieran podido invertir en una sala del adulto mayor en el Hospital Escuela donde a diario reciben ayuda médico hospitalaria miles de ancianos de la tercera edad de escasos recursos, los mismo hubiera sucedido si los 1, 200 bonos entregados en Choluteca que ascienden a L. 720,000.00 se hubieran invertido en el Hospital del Sur realmente hubiera habido un beneficio real para la tercera edad cuya necesidad más inmediata es una buena atención médica, ahorrándose solo Dios sabe cuántos millones de lempiras en burocracia.
Por otro lado sin entrar en los detalles del bono de la tercera edad solo basta ver que del famoso 10,000 ni siquiera se recibe por parte de los beneficiarios los consabidos L.10,000 pues se les paga trimestralmente la cantidad de L. 2,400, si usamos la aritmética hay L.400 lempiras que solo Dios sabe hacia dónde se destinan, que tal tomarse la molestia de investigar qué cantidad de millones es desperdiciada en darle limosna a un ciudadano y ni pensar en que cosas de real beneficio para la gente pobre de este país se pudo haber hecho con esos recursos malgastados durante el año 2010.
Me limitaré únicamente a desnudar la mala administración y uso de los recursos del Estado durante la Administración lobista en dos simples bonos que se encuentran anunciados en la página web del PRAF y que la información que usé para escribir esta cuartilla la puede obtener cualquier persona que ingrese a leer los informes del PRAF, con solo dos tristes bonos me pude dar cuenta del robo de L. 400 lempiras por cada bono 10,000 entregado y del “robo” que implica a la sociedad gastar tantos millones de una forma tan inútil.
No es en vano que la juventud hondureña en serio y en broma le ha puesto a este pseudo presidente el estigma de “PEPE ROBO” pues roba al entregar incompletos los bonos y roba al no administrar bien los pocos recursos con que contaba Honduras en un año tan crítico en las finanzas del estado como el mismo se encargó de recalcar que fue el 2010.
Me pregunto ahora que formas tan mediocres buscarán para administrar las ayudas externas que ingresen al país el próximo año, sinceramente que Dios nos salve de estos gobiernos golpistas cuya única cualidad que sobresale es la ineptitud en la administración pública.
Abog. Carmen Celina Caballero
Correo: carmencelin1@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario