EN RECONSTRUCCIÓN

miércoles, 7 de julio de 2010

Bolivia y Venezuela frente al espejo de la Cepal

La República Bolivariana de Venezuela y el Estado Plurinacional de Bolivia han registrado un avance notorio “en la relación entre las condiciones socioeconómicas objetivas en la región y la percepción y expectativas que de ellas tiene la población”, según se desprende del estudio América Latina frente al espejo. Dimensiones objetivas y subjetivas de la inequidad social y el bienestar en la región, publicado el 10 de junio pasado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Con ello se confirma la certidumbre que han brindado a sus respectivas poblaciones las políticas públicas puestas en marcha por los gobiernos de ambos países.

Bajo la óptica empleada, las medidas gubernamentales de Bolivia y Venezuela cumplen con los objetivos que se ha impuesto la Cepal: impulsar una agenda más amplia de los procesos de desarrollo, enfatizar el esfuerzo de las instituciones en reducir las amplias brechas sociales existentes e “impulsar el sentido de pertenencia a la comunidad nacional, con pleno respeto a la diversidad”, señala Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de esta comisión, en el prólogo de esta investigación.

El método

El libro América Latina frente al espejo, elaborado por la Cepal, Latinobarómetro y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, pretende responder a la pregunta: “¿Hay correspondencia entre las condiciones de bienestar económico y desigualdad social objetivamente existentes en América Latina con las expectativas y percepciones que tienen los ciudadanos acerca de esas realidades? Los tipos de fuentes a las que se recurrió fueron: los registros oficiales y las encuestas de hogares de los países, y los estudios de opinión pública generados por Latinobarómetro”.

Con el riesgo metodológico que implica la integración de datos objetivos y subjetivos como crecimiento económico, con las percepciones y opiniones de la población acerca de su entorno económico, se llevó a cabo este estudio en 18 países de la región entre 1995 y 2008, de cuyos resultados se desprenden indicadores novedosos como el denominado Índice de sentimiento económico y variación del PIB per cápita.

Aunque parezca una verdad de Perogrullo, cabe mencionar que la iniciativa cepalina tiene como origen la premisa ya descrita por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en 2007, de que el crecimiento económico no necesariamente genera aumentos equivalentes en el bienestar de la población.

La tipología de países empleada por la Cepal se basa en las brechas sociales (pobreza y desigualdad) existentes en la región: “Las brechas sociales hacen referencia a las distancias y carencias socioeconómicas existentes en los países de América Latina, y que se expresan en la privación, para determinados grupos de población, del acceso a derechos básicos y de las oportunidades para desarrollar plenamente sus potencialidades”.

De la tipología descrita, basada en el porcentaje de la población debajo de la línea de pobreza, presentamos aquí una selección de países para ejemplificar los casos de Bolivia y Venezuela. Brecha social baja: Argentina, 21 por ciento; Venezuela, 28.5 por ciento. Brecha social media: México, 31.7 por ciento; Panamá, 29 por ciento. Brecha social alta: Guatemala, 54.8 por ciento; Bolivia, 54 por ciento

En lo referente a la percepción de la justicia en la distribución del ingreso, ésta se elaboró mediante la formulación de las siguientes preguntas a la población: “¿Cuán justa cree usted que es la distribución del ingreso en su país? ¿El salario o el sueldo que usted percibe y el total del ingreso familiar le permiten cubrir satisfactoriamente sus necesidades? ¿En cuál de estas situaciones se encuentra usted? Les alcanza bien, pueden ahorrar; les alcanza justo, sin dificultades; no les alcanza, tienen dificultades, y no les alcanza, tienen grandes dificultades”.

En razón de que las percepciones positivas de la población acerca de la justicia distributiva en la República Bolivariana de Venezuela y en el Estado Plurinacional de Bolivia fueron más altas que en el resto de países de América Latina, el organismo señala, a manera de explicación, que estos países “comparten una historia reciente de movimientos sociales y arreglos institucionales, mediante los cuales se redistribuyeron bienes materiales y simbólicos a la población más vulnerable”.

Bolivia

El Estado Plurinacional de Bolivia es, según la Cepal, un caso relevante, pues la percepción de la justicia distributiva por parte de la población mejoró notablemente. Para la comisión, la mejor percepción distributiva se puede relacionar con la respuesta dada por el gobierno a “las reivindicaciones sociales y políticas de los movimientos de campesinos y de residentes en zonas urbanas, donde el reconocimiento simbólico de los pueblos indígenas y las demandas de un mayor control estatal de recursos naturales, como el gas y el petróleo, han tenido un lugar central”. En 2006, asume el primer presidente indígena en la historia de Bolivia y para finales de 2007 se aprueba el primer borrador de la nueva Constitución Política que reconoce a Bolivia como un Estado plurinacional, agrega la Cepal.

Venezuela

Es en este país en el que se registró una mayor caída en la concentración del ingreso, por lo que la Cepal señala que “se deben mencionar las Misiones Sociales”, mediante las cuales se han vendido alimentos a precios accesibles a la población del país; se han desarrollado acciones masivas de alfabetización, y se ha proporcionado atención en salud primaria, entre otras prestaciones. También es necesario señalar los mecanismos de democracia participativa o incluso directa”.

Agrega que “entre 1999 y 2007 se activaron algunos de los instrumentos de democracia directa contemplados en la Constitución de 1999, y se han realizado tres referendos consultivos de alcance nacional (1999 y 2000) y uno revocatorio del mandato presidencial (2004)”.

Las Misiones de mayor envergadura son: Barrio Adentro (atención primaria en salud), Misiones Robinson I y II (alfabetización y estudios primarios), Ribas (educación media), Sucre (educación superior), Mercal (abastecimiento alimentario), Vuelvan Caras (capacitación en producción y cooperativismo) y Hábitat (tierra, vivienda y proyectos urbanos).

El estudio señalado, que cierra su etapa final en el llamado “quinquenio virtuoso 2003 -2008”, mostrará en adelante las repercusiones de lo que nosotros denominamos “la crisis de la especulación financiera global”. En adelante, las encuestas aplicadas para este tipo de estudios deberán reflejar las nuevas condiciones sociales que se viven en la región. A manera de ejemplo, en una simulación llevada a cabo por la Cepal y que publicó en el Panorama social de América Latina (2008), el alza del precio de los alimentos tan sólo para ese año se tradujo en un aumento de 11 millones de pobres en la región.

Por otra parte, y a manera de conclusión, la Cepal ha dado cuenta de los avances en materia de políticas públicas en beneficio del bienestar de la población, tanto de Bolivia como de Venezuela, en varias de sus publicaciones: Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, así como en el documento Cumbre de alto nivel de América Latina y el Caribe. Cancún, México 21 a 23 de febrero de 2010. Estudios de los que se desprende que los habitantes de ambos países serán los menos afectados por la crisis global.

Frente al proceso crítico mundial, tal vez algunos países de la región logren poner en marcha ciertas sugerencias emitidas por la Cepal. Mientras tanto, esta comisión augura que, para México, sus habitantes endurecerán la forma de calificar el entorno económico en la llamada escala de optimismo-pesimismo, ya que es el país en donde se espera la mayor contracción económica de toda Latinoamérica. El espejo no es el mismo para todos.

*Doctor en derecho de la cooperación internacional por la Universidad de Toulouse I, Francia

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