Un solo Frente
Mural de Diego Rivera en la Seretaría de Educación Pública (SEP), México.
La fraternidad del campesino armado y del soldado de la revolución, que un obrero de las fábricas sanciona, se afirma plásticamente como hecho irreversible en la recia verticalidad de las bayonetas. Algunos exégetas han pretendido ver en el obrero de tez blanca y de ojos azules a un emisario de otras latitudes. Aunque el exacerbado nacionalismo plasmado en los murales de todo el edificio contradice esta versión, podría verse en la presencia fugaz de este “militante” un homenaje del artista, recién llegado de la U.R.S.S., adonde viajó de 1927 y 1928, a los obreros que en otras partes hicieron también su propia revolución.
Leyenda al pie del mural en la SEP, México.
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