Llegada a Caracas

Crónicas desde Venezuela [02]
por Alejandro Marín

Aeropuerto Internacional de Lima, Perú

En este momento volamos sobre cielo peruano, rumbo norte. Probamos en el avión "Inca Kola", una bebida refrescante hecha a base de extracto de "Hierba Luisa", planta nativa del Perú. Inca Kola es un líquido dulce, gasificado y de color amarillo brillante, exquisito. Ante nuestra prudente euforia de beber Inca Kola, la aeromosa nos regaló una codiciada botella de dos litros de Inka Cola. Por ese hecho supimos que era peruana.

Ahí mismo probamos cerveza premium Cuzqueña, de color ambar claro, con 5º de alcohol, un tantito más espesa que la cerveza mexicana.


Vuelo Lima - Caracas, 3 h 1/2. Aquí ya es otro uso horario. Salimos a las doce treinta de Lima y llegamos a las 6pm a Caracas. Aquí son dos horas de diferencia en el uso horario.

Aeropuerto Internacional de Caracas, República Bolivariana de Venezuela
En la Cd de Maiquetia, Estado Vargas

La gente es extraña, pero todos parecieran tener el mismo tipo de extrañalidad ante mis ojos. Llegué a un país de gente completamente diferente al lugar donde nací. La fisonomía, el fenotipo, el temple, los metalenguajes sociales. La raza negra es tan abundante como la blanca.

Cálidos venezolanos, simpre bajo un ambiente caluroso

La temperatura al llegar fue de 30 ºC, tremendo golpe térmico. Tras salir del aeropuerto sentí una presión sobre mi pecho nunca sentida, lo atribuí a una descompensación de presión atmosférica. Me duró unos 30 minutos. Tomé agua y me pareció que tenía sabor. Aunque aquí aseguraron que era agua insabora, natural.

28 nov 08
Desperté por primera vez en Caracas. Conocí a los padres de Judith, Maritza y Avilio, y a su hermano Lucién. Acá el calor, el agua, el aire, son otros. La piel lo sabe y comunica su confusión al cerebro. Despertar con el calor dándote los buenos días. No es un calor como el de las playas mexicanas. Siplemente el caribe se deja sentir.

29 nov 08
La Ciudad de Caracas está lloviznosa pero no hace frío. Aquí es otra presión atmosférica pues dicen algunos aquí que Caracas se encuentra por debajo del nivel del mar. La gente me dice que hoy hace frío.

Dándole una segunda mirada, aunque el aire sin duda es otro, muchas partes del entorno aparentan similitudes con algunos rincones de México. El pavimento, las banquetas, el señor que acomoda los carros, la arquitectura de los bancos. El parque vehicular, hasta donde he visto, es como el de México una o dos décadas atrás. Pocos autos último modelo en esta zona de la ciudad. En Ciudad de México no se ve tanta gente de raza negra.

30 nov 08
La urbanización Sta Mónica se encuentra hacia la zona sur de Caracas. Aquí llaman urbanización a lo que en México sería una colonia y le llaman Parroquia a lo que allá sería una Delegación. Ayer seguimos conociendo a la familia de Judith, fuimos a casa de su tía materna, Teolinda, abogada de profesión y defensora de Derechos Humanos desde hace algunas décadas. Su hija, Josmar Castro se enfermó gravemente y tras ocho intervenciones quirurgicas se ha venido salvando de la muerte, ha recobrado su espiritu y a decir de Judith, su apariencia fenotípica es completamente otra.

En casa de Teolinda estaba también otra hermana de Maritza llamada Mirvia, mujer rural no muy adaptada a los avatares de la metrópoli. Estaba tambien la hija de Josmar, Nazareth, una pequeña muy linda de raza negra que viene aprendiendo sin entenderlo a cabalidad el ser "hembra" (como aquí llaman al ser mujer) en sentido integral en la familia Ramos y en venezuela. El único hombre era Lucién, hermano de Judith con apenas 15 años.

Teolinda me esbozó la exelsa riqueza natural del Estado Bolivar. Uno de los dos Estados más extensos y menos poblados del país.

Aquí en Venezuela existe la llamada "Defensoría del Pueblo", institución del Estado Venezolano que se encarga de defender las quejas y denuncias del pueblo venezolano respecto a violación a los derechos humanos, a denuncias sobre servicios públicos y a situaciones entre particulares. En México, lo más parecido sería la CNDH, o más precisamente la coraza de la CNDH, ya que es bien sabido que esta Comsión Nacional de los Derechos Humanos no atiende seriamente las denuncias ciudadanas de los mexicanos.

Maritza, la mamá de Judit labora en la Defensoría del Pueblo, en el departamente de las Culturas Indígenas, ella es ferviente defensora de la causa indígena, de la autodeterminación de los pueblos y de la divulgación y propagación de sus costumbres y ritos, orgullosa de su procedencia indígena kariña.

• leer siguiente crónica