EN RECONSTRUCCIÓN

jueves, 2 de julio de 2015

ACUERDO DE CARTAGENA ¿IMPUNIDAD O MIEDO CONSTITUYENTE?


El Acuerdo de Cartagena del 22 de mayo del 2011 fue el punto de partida para iniciar el regreso del Ex Presidente Manuel Zelaya Rosales y sus Ministros quienes se encontraban en el exilio, ese regreso marcaría un proceso de reconciliación de la sociedad hondureña que implicaba reconocimiento y respeto a los derechos fundamentales destruidos  por el enorme conflicto del Golpe de Estado del 28 de junio del año 2009.
Recientemente hemos escuchado dos noticias generadas por el Conservadurismo Hondureño en tratar desconocer el acuerdo por considerarlo un simple pacto de amigos y no buscar dentro de él, el respeto para reconstruir el destruido estado de derecho hondureño.

No son extrañas estas dos posturas, mucho del sector del Golpe de Estado sigue estando en las estructuras mismas del Congreso Nacional, Poder Ejecutivo y Corte Suprema de Justicia.
El desconocimiento de este documento tiene como propósito: No admitir el Golpe de Estado y evitar el proceso constituyente y convertir desde las estructuras jurídicas un acto de persecución contra todos aquellos que en el 2009, instaron las ideas políticas de la consulta popular a través de la Cuarta Urna.
Vale la pena hacernos esta pregunta; ¿Es el Acuerdo de Cartagena, un convenio, tratado o convención?
La respuesta, técnico jurídica, es fácil: “No es convenio, no es un tratado, no es una convención, porque no reúne los requisitos técnicos legales de la Convención de Viena del 23 de mayo de 1969 Sobre Tratados y Convenios Internacionales, ya que él mismo no se celebró entre dos estados soberanos e independientes, pactando reciprocidad, aprobarlo e incorporarlo por los mecanismos constitucionales señalados en el artículo 16 de la Constitución de la Republica, ni depositado en la Secretaria General de la ONU”
En consecuencia, el Acuerdo de Cartagena al no ser un tratado implica definirlo conceptualmente  para poder determinar, cómo debe de ser visto y respetado para su vigencia.
Para esto, hay que identificar que dicho instrumento debe de equipararse a los modelos de los Acuerdos de Paz de Guatemala y El Salvador con las reservas del caso, ya que los ejemplos que señalo surgían de conflictos armados internos y prolongados y el de Honduras no llegó a esos límites de conflictividad en gran medida por la serenidad del Ex Presidente Zelaya.
En este modelo las partes internas en conflicto median y sientan las bases para un proceso de paz, reconciliación, búsqueda de la verdad, la justicia, con beneplácito y apoyo de la comunidad internacional y de testigos o países que sirven para esta mediación, no en vano el Acuerdo de Cartagena esta titulado así: “Acuerdo para la Reconciliación Nacional y la Consolidación del Sistema Democrático en la República de Honduras.”
Que cosa más paradójica, el documento sirve para el reconocimiento internacional de Honduras después del Golpe de Estado, insertar al país de nuevo en la OEA y a otros organismos multilaterales, mientras el golpismo que se prolonga ahora, lo desconoce cómo papel mojado, para no garantizar los aspectos inherentes a las víctimas del exilio y al Gobierno del Ex Presidente Zelaya  las garantías constitucionales como; la presunción de la inocencia, el derecho a la defensa, el debido proceso, el defenderse en libertad, la igualdad de condiciones en juicio, refutar las pruebas ilícitas, el que no se maltrate el honor  y la dignidad.-
Que cínica postura desconocer el Acuerdo y que trágico resultado  para el título que dice: “Acuerdo para la Reconciliación Nacional y la Consolidación del Sistema Democrático en la República de Honduras”, ni una cosa ni la otra, ni existe una reconciliación nacional ni existe la consolidación del sistema democrático, el pueblo está en las calles y las victimas siguen perseguidas y el estado de derecho a desaparecido por estar tres en uno.
Ubicado su concepto y rol, es interesante preguntarnos: ¿Si se busca impunidad a través del mismo?, en ningún renglón del Acuerdo de Cartagena se dice que esta perdonado o se perdona actos de corrupción, lo que se solicita es:
“1. Enmarcar todas las acciones y decisiones del gobierno de Honduras en el estricto cumplimiento de la Constitución y la ley;
3. Profundizar en las garantías otorgadas para el regreso en condiciones de seguridad y libertad a los ex funcionarios del gobierno del Ex Presidente José Manuel Zelaya Rosales y demás personas afectadas por la crisis que hoy se encuentran en el exterior, con reconocimiento pleno de sus derechos según la Constitución y las leyes de Honduras;
5. Velar de manera especial por el cumplimiento de la Constitución de la República en lo referente a las garantías de respeto y protección de los derechos humanos.”
La experiencia a esta fecha nos indica que el Sector del Golpismo no entiende de razones y solo utiliza el Acuerdo cuando le ha convenido y que el Ex Presidente Zelaya en la búsqueda de su afán democrático con dicho documento dio paso a la legitimación  del Régimen surgido de Facto de Porfilio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández y hoy acusa ese error por no haberlos contrapuesto en su momento, cuando ya había iniciado la Lucha de Resistencia, un poco más se resistía y el golpismo caía.
Una segunda oportunidad se está tejiendo en las calles con “Las Antorchas”, el pueblo no soporta la inmensa corrupción con la impunidad profundizada con el Golpe, interesante será  que no solo se busque la instauración de una CICIH, sino aquello que en su momento señaló el Acuerdo de Cartagena como ser:
“7. Reiterar que la reforma al Artículo 5 de la Constitución hondureña regula la convocatoria de plebiscitos con procedimientos claramente establecidos, lo cual permite la posibilidad para que el pueblo pueda ser consultado. Dicha reforma faculta a todos los sectores a iniciar los procedimientos legales para la realización de un plebiscito y así someter a la voluntad del pueblo de manera directa las decisiones políticas, sociales y económicas a través de las nuevas figuras constitucionales del plebiscito y referéndum. Por lo tanto, la solicitud que el Ex Presidente Zelaya ha manifestado de convocar una Asamblea Nacional Constituyente se enmarcará en estos mecanismos de consulta. En tal sentido, el Gobierno de Honduras se compromete a tomar las medidas que estén en el marco de sus atribuciones legales, a velar por los derechos electorales de los ciudadanos, así como a encomendar a la Comisión de Seguimiento que verifique el cumplimiento de los procedimientos establecidos para la realización de plebiscitos en la República de Honduras, cuando dicho proceso sea iniciado por algún sector, con total respeto de las atribuciones legales de los poderes del Estado, las cuales se complementan en los trámites relacionados con dichos procesos.”
He aquí, la clave central, porque el golpismo y conservadurismo de Honduras desconocen el Acuerdo, PORQUE TIEMBLAN AL PROCESO CONSTITUYENTE Y PERSIGUEN A TODOS SUS PROMOTORES BAJO EL MANTO DE ACTOS DE CORRUPCIÓN, PARA DESPRESTIGIARLOS  Y ASIMISMO DESPRESTIGIAR EL ACUERDO COMO INSTRUMENTO DE BÚSQUEDA DE IMPUNIDAD.
Carlos Augusto Hernández Alvarado
Abogado y Notario

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