La norma Constitucional establece en sus artículos 205 y 373 la facultad de la Reforma y Creación Legislativa, tanto a las leyes ordinarias como a la norma fundamental.- Si se hace un análisis a conciencia desde la entrada en vigor de la Constitución en el año 1982 a la fecha, así como el sistema jurídico ordinario-vigente y enumeramos cuantas reformas legislativas se han realizado al sistema constitucional y ordinario, podríamos afirmar Lapidariamente “Que el Universo Infinito se queda corto con Big Bang de los legisladores hondureños”.- La Constitución en sí misma, ha mutado para ser una “Norma Incomprensible”, por tanto parcho y empacho reformista.
Los sectores ultra conservadores y oligárquicos de Honduras, han sostenido la teoría desde los tiempos de la Cuarta Urna, que la Constitución no necesita cambiarse, que el Proceso Constituyente, es un capricho, locura, del Ex Presidente Manuel Zelaya Rosales en su afán por convertir a Honduras en un Satélite del Supuesto Poder Hegemónico de la Venezuela de Hugo Chávez.- Afirman estos sectores en términos cuantitativos, que la Constitución en sí, puede ser reformada en un 98% y que por lo tanto no necesita cambiarse, ya que la pretensión de un Proceso Constituyente, obedece a lo expuesto precedentemente sumándole la búsqueda de la permanencia en el Poder.
El 28 de Junio del año 2009, la supuesta vida democrática de Honduras sufre la ruptura del Orden Constitucional, y desenmascara que el solo planteamiento del Proceso Constituyente pretendiéndole devolver poder al Pueblo a través de una democracia participativa y no puramente ejemplificativa y representativa, representaba una amenaza a los intereses norteamericanos en Honduras, que son canalizados a través de la oligarquía hondureña, sostenidos ampliamente por los Partidos Políticos tradicionales, el Clero Evangelista y Católico y por la fuerza del poder Policial y Militar hondureño.- El planteamiento de cambio constitucional en sí, representaba y sigue representando una amenaza a los intereses que detentan estos sectores.
La desigualdad entre el Pueblo y los que poseen los intereses de Honduras, es tan abismal y es la raíz misma de nuestro más profundo tercermundismo. Cabe hacerse la interrogante:
¿Qué sostiene esta estructura que oprime al Pueblo y los ciudadanos?
Una norma fundamental contradictoria, poco adaptada a los tiempos modernos y a las exigencia ciudadanas y un entramado legal de leyes ordinarias que solo benefician permanentemente a sectores particulares, olvidándose de la generalidad de los ciudadanos. (Una Corrupción Legislativa en la Creación y Reformas de Normas Permanentemente).- Todo este patrón, se ha venido manifestando bajo lo que se denomina “Reformas y Creaciones Legislativas” ya sea a la Constitución o las leyes ordinarias.
¿Dónde radica el problema?
Lo que llamamos Democracia Republicana, divida en tres poderes que supuestamente se pesan y contra pesan entre sí, es inexistente, ya que el Congreso Nacional de la Republica se reserva a parte de reformar, crear e interpretar la ley, prácticamente tiene todo el control político de la súper estructura del estado.
Entre otras cosas puede: 1-Elegir Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, 2-Elegir Procurador y Sub-procurador del Estado, 3-Elegir el Fiscal General y su Adjunto, 4-Elegir el Procurador y Sub-procurador del Ambiente, 5-Elegir el Tribunal Superior de Cuentas, 6- Elegir al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, 7- Y con una nueva reforma elegir al Inspector de los Tribunales.- Ser Presidente del Congreso Nacional de Honduras, es como ser un “Semi-Dios”.
Gran parte de la crisis que dio como consecuencia el Golpe de Estado del 28 de Junio del año 2009, radico en que el Ex Presidente Manuel Zelaya Rosales, no tenía el control de ese poder del Estado, quien obstaculizaba permanentemente muchas de las ideas positivas de su gestión en el Ejecutivo.
A raíz del Gobierno del Porfiriato, al darse cuenta de la delicada situación post Golpe, su Ejecutivo solidifica su política de sostener la Democracia para los intereses oligárquicos y extranjeros, manteniendo una comunicación y control fuerte en el Congreso Nacional, efectuando reformas y creaciones legislativas para hacer creer que la Democracia Hondureña funciona.
Ponen en vigencia una nueva Ley Judicial, supuestas reformas a la Ley Electoral, cargas impositivas neoliberales disfrazadas de nombres fastuosos, reforma a la Ley de la Policía, a las Leyes Educativas, al Sistema Religioso, inventan un Plan de Nación, Ciudades Modelos, Reformas Laborales, y por supuesto las constitucionales que nunca faltan como la Extradición y un sin fin de leyes para sostener la “Democracia Podrida Hondureña”, no llegando ninguna a CORREGIR las grandes desigualdades económicas-sociales, ni mucho menos el desequilibrio político de la estructura del estado, o crear un ambiente de dialogo profundo entre los hondureños.
El haber abandonado las calles en la lucha, el no tener una comisión política que dé respuesta a todas las intenciones reformistas de este gobierno usurpador, el someternos a los dictados electoreros del mismo juego político oligarca-golpista, pretendiendo creer que ganaremos con facilidad a través de FNRP y LIBRE, y que llegando al Control del Congreso Nacional refundaremos Honduras, puede que nos traiga un grave costo de frustración.
De momento el “Plato del Día”, a dos años que finalice Porfirio su gobierno, será seguir viviendo los anuncios de las rimbombantes reformas legislativas fanfarreadas con cornos y trompetas por los medios de comunicación aculturados y amarillistas, reformas en sí que seguirán condicionando permanentemente la vida digna de los hondureños.
Carlos Augusto Hernández Alvarado
Abogado y Notario
carlosaugusto69@yahoo.com
Los sectores ultra conservadores y oligárquicos de Honduras, han sostenido la teoría desde los tiempos de la Cuarta Urna, que la Constitución no necesita cambiarse, que el Proceso Constituyente, es un capricho, locura, del Ex Presidente Manuel Zelaya Rosales en su afán por convertir a Honduras en un Satélite del Supuesto Poder Hegemónico de la Venezuela de Hugo Chávez.- Afirman estos sectores en términos cuantitativos, que la Constitución en sí, puede ser reformada en un 98% y que por lo tanto no necesita cambiarse, ya que la pretensión de un Proceso Constituyente, obedece a lo expuesto precedentemente sumándole la búsqueda de la permanencia en el Poder.
El 28 de Junio del año 2009, la supuesta vida democrática de Honduras sufre la ruptura del Orden Constitucional, y desenmascara que el solo planteamiento del Proceso Constituyente pretendiéndole devolver poder al Pueblo a través de una democracia participativa y no puramente ejemplificativa y representativa, representaba una amenaza a los intereses norteamericanos en Honduras, que son canalizados a través de la oligarquía hondureña, sostenidos ampliamente por los Partidos Políticos tradicionales, el Clero Evangelista y Católico y por la fuerza del poder Policial y Militar hondureño.- El planteamiento de cambio constitucional en sí, representaba y sigue representando una amenaza a los intereses que detentan estos sectores.
La desigualdad entre el Pueblo y los que poseen los intereses de Honduras, es tan abismal y es la raíz misma de nuestro más profundo tercermundismo. Cabe hacerse la interrogante:
¿Qué sostiene esta estructura que oprime al Pueblo y los ciudadanos?
Una norma fundamental contradictoria, poco adaptada a los tiempos modernos y a las exigencia ciudadanas y un entramado legal de leyes ordinarias que solo benefician permanentemente a sectores particulares, olvidándose de la generalidad de los ciudadanos. (Una Corrupción Legislativa en la Creación y Reformas de Normas Permanentemente).- Todo este patrón, se ha venido manifestando bajo lo que se denomina “Reformas y Creaciones Legislativas” ya sea a la Constitución o las leyes ordinarias.
¿Dónde radica el problema?
Lo que llamamos Democracia Republicana, divida en tres poderes que supuestamente se pesan y contra pesan entre sí, es inexistente, ya que el Congreso Nacional de la Republica se reserva a parte de reformar, crear e interpretar la ley, prácticamente tiene todo el control político de la súper estructura del estado.
Entre otras cosas puede: 1-Elegir Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, 2-Elegir Procurador y Sub-procurador del Estado, 3-Elegir el Fiscal General y su Adjunto, 4-Elegir el Procurador y Sub-procurador del Ambiente, 5-Elegir el Tribunal Superior de Cuentas, 6- Elegir al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, 7- Y con una nueva reforma elegir al Inspector de los Tribunales.- Ser Presidente del Congreso Nacional de Honduras, es como ser un “Semi-Dios”.
Gran parte de la crisis que dio como consecuencia el Golpe de Estado del 28 de Junio del año 2009, radico en que el Ex Presidente Manuel Zelaya Rosales, no tenía el control de ese poder del Estado, quien obstaculizaba permanentemente muchas de las ideas positivas de su gestión en el Ejecutivo.
A raíz del Gobierno del Porfiriato, al darse cuenta de la delicada situación post Golpe, su Ejecutivo solidifica su política de sostener la Democracia para los intereses oligárquicos y extranjeros, manteniendo una comunicación y control fuerte en el Congreso Nacional, efectuando reformas y creaciones legislativas para hacer creer que la Democracia Hondureña funciona.
Ponen en vigencia una nueva Ley Judicial, supuestas reformas a la Ley Electoral, cargas impositivas neoliberales disfrazadas de nombres fastuosos, reforma a la Ley de la Policía, a las Leyes Educativas, al Sistema Religioso, inventan un Plan de Nación, Ciudades Modelos, Reformas Laborales, y por supuesto las constitucionales que nunca faltan como la Extradición y un sin fin de leyes para sostener la “Democracia Podrida Hondureña”, no llegando ninguna a CORREGIR las grandes desigualdades económicas-sociales, ni mucho menos el desequilibrio político de la estructura del estado, o crear un ambiente de dialogo profundo entre los hondureños.
El haber abandonado las calles en la lucha, el no tener una comisión política que dé respuesta a todas las intenciones reformistas de este gobierno usurpador, el someternos a los dictados electoreros del mismo juego político oligarca-golpista, pretendiendo creer que ganaremos con facilidad a través de FNRP y LIBRE, y que llegando al Control del Congreso Nacional refundaremos Honduras, puede que nos traiga un grave costo de frustración.
De momento el “Plato del Día”, a dos años que finalice Porfirio su gobierno, será seguir viviendo los anuncios de las rimbombantes reformas legislativas fanfarreadas con cornos y trompetas por los medios de comunicación aculturados y amarillistas, reformas en sí que seguirán condicionando permanentemente la vida digna de los hondureños.
Carlos Augusto Hernández Alvarado
Abogado y Notario
carlosaugusto69@yahoo.com
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