EN RECONSTRUCCIÓN

martes, 22 de noviembre de 2011

Proyecto Alternativo de Nacion de AMLO 4seccion


Comisión de la Verdad para investigar la corrupción en Pemex y CFE
Erradicar y limpiar a profundidad, toda forma de corrupción y daño patrimonial al sector
estatal de la energía, con énfasis en Petróleos Mexicanos y en CFE. Asimismo, establecer
un sistema de verdadera y total transparencia. Por su importancia para la economía del
país y por el gran daño que se ha causado a los mexicanos por los malos manejos en
Pemex y CFE, proponemos una investigación a fondo para lo cuál se integrará una
Comisión de la Verdad.


Bajar las tarifas de electricidad y los precios de los combustibles
En atención a las características de cada región de nuestro país, aplicar un nuevo sistema
de tarifas y precios justos y competitivos de combustibles y de energía eléctrica, que
permitan garantizar el suministro suficiente y eficiente, tanto a la industria mexicana,
como a los consumidores nacionales.
Estas propuestas corresponden a un nuevo modelo para el sector energético, que defina
una nueva cultura energética, una nueva relación entre la energía y la sociedad, basada en
fuentes para suministrar y prácticas de consumo de la energía, con procedimientos más
seguros, más económicos, más limpios y más eficientes.
La expropiación del petróleo encabezada por el general Lázaro Cárdenas del Río, ha sido
escamoteada y, sobre todo, suplantada por una política contraria a su espíritu original,
que consiste en que los recursos energéticos sean de beneficio para todos los habitantes y
sirvan de base para la independencia económica de México.
Por ello necesitamos encaminarnos hacia un nuevo modelo energético que sea la base de
la verdadera independencia, la cabal soberanía, así como el desarrollo económico y social
que merece el pueblo de México. En otras palabras, un modelo que actualice los
principios históricos que llevaron a nuestro país a nacionalizar el petróleo y la industria
eléctrica y que siguen vigentes.
9. El campo y la soberanía alimentaria
Reanimar al campo y a la agricultura
Revalorar y reactivar al agro arruinado por las políticas neoliberales es prioritario y
constituye un asunto de seguridad nacional pues de eso depende la alimentación del
pueblo mexicano y el empleo e ingreso de millones, pero también la preservación del
medio ambiente, de la cultura y la convivencia y de la seguridad interna. O revitalizamos
al campo o seguiremos destruyendo la naturaleza, importando comida, perdiendo nuestra
identidad, expulsando mexicanos a Estados Unidos y sometidos al narco que aprovecha
la pobreza rural para controlar regiones enteras.
Recuperar la soberanía y autosuficiencia alimentarias
Porque un pueblo que importa 40% de lo que come es un pueblo sometido a las potencias agroexportadoras, ejerceremos el derecho a definir y aplicar nuestras propias políticas de
producción, distribución y consumo de alimentos sanos, nutritivos y culturalmente
adecuados. Y lo haremos promoviendo, ante todo, la pequeña y mediana agricultura
campesina, única que puede ser a la vez socialmente justa, ambientalmente sana y
económicamente viable, es decir sostenible.
Preservar el mercado agroalimentario interno y reactivar las cadenas productivas
Fracasado el modelo agroexportador y maquilador que sólo ve hacia fuera, habremos de
atender de nuevo la demanda nacional y los mercados locales, lo que significa integrar
cadenas económicas donde la producción se vuelve mercado de la producción,
impulsando sistemas comerciales, agroindustriales y financieros, sobre todo de carácter
asociativo.
Proteger y restaurar el medio ambiente con un aprovechamiento responsable y una
agricultura orgánica y ecológica
La crisis ambiental resulta de patrones de industrialización-urbanización insostenibles,
pero también de una agricultura destructiva que degrada tierra, agua, aire, flora y fauna,
al tiempo que envenena al cultivador y al consumidor. Por ello, cambiaremos el rumbo:
no más promoción a los agrotóxicos y semillas transgénicas impuestos por las
transnacionales, y si en cambio impulso a las prácticas agroecológicas que aumenten la
productividad sin dañar a la naturaleza.
Impulsar la economía rural solidaria
Gracias a la Revolución de1910 y la Reforma Agraria, la tierra y los bosques de México
son, en su mayor parte, de las comunidades campesinas e indígenas, no así su explotación
que es cada vez más privada y depredadora. Devolver el usufructo de estos recursos a sus
legítimos poseedores supone respetar y potenciar desde la administración pública las
prácticas económicas autogestivas y solidarias, tradicionales e innovadoras, habituales
entre indígenas y campesinos.
Defender los derechos del migrante y el derecho a no emigrar
El éxodo campesino a Estados Unidos es un hecho, de modo que defenderemos aquí y
allá los derechos de los migrantes, tanto de los nacionales como de quienes en su camino
cruzan por México. Pero no podemos conformarnos con que el campo y el país se sigan
vaciando. Porque sin el derecho a quedarse la emigración es expulsión, dignificaremos la
vida del campo y trabajeremos con el Congreso para darle contenido y exigibilidad a los
derechos al trabajo y el empleo digno, que garantiza la Constitución.
Preservar el carácter público y el usufructo colectivo de los recursos naturales y
saberes comunitarios
Porque la vida no es una mercancía, defenderemos de la privatización nuestro rico
patrimonio físico, biológico y cultural amenazado por empresas trasnacionales que pretenden apropiarse de tierras, aguas, minas y bosques pero también patentar los
conocimientos tradicionales y los códigos genéticos de los seres vivos.
Hacer valer los derechos de las mujeres campesinas
A la opresión y marginación que prevalece en el agro se añade, en el caso de las mujeres,
la opresión proveniente de la sociedad patriarcal. Por ello haremos prevalecer sus
derechos reproductivos, económicos, laborales, sociales, políticos, culturales y agrarios.
Cuestión que no se reduce a establecer cuotas por sexo en los programas públicos, sino
que demanda asumir ante todos los temas una perspectiva de género, pues hasta ahora el
reconocimiento de sus aportes y la aguda visión femenina de la problemática agraria ha
estado ausente en la política y la vida publica rurales.
Trabajar para restablecer la esperanza y recuperar para el agro a los jóvenes
rurales
El México urbano no tiene futuro sin el México rural, pero las nuevas generaciones
campesinas desertan de un agro que sienten cárcel y condena. Es de vida o muerte para el
país recuperar para el campo a los jóvenes, igualando los servicios rurales con los
urbanos pero también impulsando proyectos de desarrollo agropecuarios, pesqueros y
forestales a la altura de sus capacidades y de sus legítimas aspiraciones y expectativas.
Reconocer los derechos autonómicos de los pueblos indígenas
Porque durante cinco siglos los indígenas han sido oprimidos casi hasta la extinción, no
puede haber cambio profundo sin abatir el colonialismo interno. Esto significa reconocer
sus derechos políticos, socioeconómicos y culturales, lo que incluye formas específicas
de autogobierno en sus territorios, derechos colectivos al usufructo de los recursos
naturales ubicados en sus ámbitos de dominio, aplicación de normas consuetudinarias de
convivencia, preservación y desarrollo de su cultura.
Revitalizar nuestra cultura y nuestra identidad
En el campo están nuestras raíces y México perderá su identidad si no se reconcilia con el
México profundo, que es en gran medida el México rural. Pero el agro ha sido postergado
por tecnócratas que lo consideran como cosa del pasado. Nosotros, en cambio, vemos al
campo también en el porvenir. Impulsaremos, por ello, un nuevo y más justo pacto entre
el México urbano y el México rural, y en este marco, una relación más justa y respetuosa
entre el gobierno y el mundo agrario.
Fortalecer la rectoría del Estado en la promoción y regulación de los mercados
agroalimentarios
Ante el fracaso y distorsiones del modelo de libre mercado y la falacia de la
autorregulación de los mismos, fortaleceremos el papel constitucional del gobierno para
conducir, promover y regular el desarrollo y funcionamiento de los mercados
agroalimentarios, impulsando la participación de los agentes sociales y privados en forma equitativa y realmente competitiva, con una visión de Estado y de largo plazo,
propiciando certidumbre y estabilidad para la cadena e incluyendo entre otras acciones el
establecimiento de una reserva estratégica de alimentos, precios mínimos garantizados,
producción nacional de insumos, control de precios de los mismos y acceso universal al
crédito y servicios financieros.
10. Estado de Bienestar y lucha contra la desigualdad
El bienestar de la población debe ser el eje principal de todas las acciones de un gobierno
comprometido con la transformación democrática de la sociedad. Las libertades y
derechos no pueden ejercerse plenamente si los mexicanos no tenemos resueltas
necesidades elementales como el trabajo, alimentación, salud, educación, vivienda,
seguridad y tranquilidad social.
Los gobiernos neoliberales de los últimos 28 años adelgazaron al Estado, redujeron el
gasto social y desmantelaron instituciones sociales y culturales, ocasionando el deterioro
de la seguridad social, salud, educación, cultura y sobre todo el deterioro de nuestra
calidad de vida.
Hoy millones de mexicanos tienen como único horizonte el hambre, la pobreza, la
desigualdad, la iniquidad, la violencia, la intolerancia y la opresión.
No permitiremos más la continuidad de este régimen de injusticia promovido y defendido
por políticos, funcionarios y hombres de poder inescrupulosos y voraces, que ponen sus
ganancias y privilegios por encima del interés y de las necesidades de todos los demás.
Tenemos la esperanza de que en nuestro país podamos estar seguros, protegidos,
acompañados; donde puedan florecer la creatividad, las capacidades, la inteligencia y la
bondad de todos y de todas.
Por eso, nuestro compromiso es:
Construir un Estado de bienestar
El primer paso es hacer cumplir los principios constitucionales referidos a los derechos
sociales. El Estado asumirá su responsabilidad social para garantizar que cada hombre y
cada mujer reciban, desde su nacimiento, una alimentación básica saludable y suficiente;
tengan acceso a servicios públicos y gratuitos de salud y educación; puedan ejercer su
derecho al trabajo con salarios justos y prestaciones sociales; dispongan de una vivienda
digna y servicios públicos básicos de agua, energía eléctrica y transporte; participen
libremente de las decisiones colectivas que se tomen y accedan sin condiciones a los
programas económicos, sociales y culturales que se establezcan en su beneficio; cuenten
con bases materiales, recursos e instrumentos para desarrollar su inteligencia, sus
capacidades y su creatividad; con reconocimiento y respeto de sus preferencias, identidad
cultural, género y decisiones sobre su vida y su cuerpo; que su patrimonio familiar y su
seguridad sean salvaguardados; que reciban una pensión al cumplir los 70 años.
Garantizar la universalidad y gratuidad de los programas socialesLas inversiones públicas para garantizar los derechos sociales, no son dádivas del
gobierno, son una obligación que se debe cumplir. Acabaremos con el sistema de
focalización que es discriminatorio y se condiciona su ingreso y permanencia.
Estableceremos mecanismos que garanticen efectivamente la defensa, exigibilidad y
cumplimiento de cada derecho.
Erradicar el hambre
El programa de emergencia de erradicación del hambre deberá ser el primer paso para
establecer el derecho constitucional de todos a la alimentación.
Derecho a la educación, base de la transformación del país
Es fundamental para el desarrollo del país, garantizar que todo niño o niña, y joven,
pueda ingresar, permanecer y concluir satisfactoriamente sus estudios. El fomento a la
lectura y la formación artística y cultural deben formar parte de la educación desde la
primaria. Se garantizará la educación pública científica, laica y gratuita en todos los
niveles. A ningún joven o niño se le negará el derecho a la educación.
Se reconocerá a universidades públicas como la UNAM que han aportado mucho al
desarrollo nacional. Para lograr estos objetivos, revertiremos los procesos de
mercantilización y privatización de la educación y se buscará asignar un presupuesto
público equivalente al 7 por ciento del PIB. Este hará posible garantizar que se disponga
de:
- Una infraestructura suficiente, adecuada y digna;
- Becas escolares, útiles, libros de texto, uniformes y almuerzos a todos los inscritos en el
nivel escolar básico;
- Becas escolares a estudiantes de bachillerato y nivel superior del sistema público;
- Un programa especial de fortalecimiento y ampliación de los recursos educativos en las
zonas de mayor rezago y pobreza del país. En el caso de las zonas indígenas y apoyo con
albergues y transporte a estudiantes de comunidades aisladas. Es indispensable involucrar
a los pueblos indígenas en el diseño de una educación que respete su identidad cultural.
- Una transformación profunda de los objetivos, procedimientos y programas de todos los
niveles educativos, para asegurar el desarrollo integral de los estudiantes y el
reconocimiento de maestros, trabajadores y autoridades, al servicio del pueblo de
México.
Servicios públicos de salud y medicamentos gratuitos para todos
La promoción, prevención y atención a la salud deben ser consideradas las bases en que
pueda erigirse el bienestar físico, espiritual y emocional de nuestra población. Se
garantizarán servicios de salud en todas las etapas de la vida accesibles, eficaces, con
calidad, dignos e integrales. Se ampliará la infraestructura pública de salud con personal,
equipo y medicamentos suficientes. Se reconocerán los aportes de la medicina tradicional
indígena y la herbolaria,. Y avanzaremos hacia un sistema público único de salud con acceso garantizado y sin obstáculos económicos, geográficos, culturales o burocráticos.
Reconocer al trabajo como una realización del ser humano
Es urgente que recuperemos el derecho al trabajo como valor fundamental para el rescate
de nuestra sociedad.
Estableceremos como divisa fundamental, la organización y el respeto a los derechos de
los trabajadores y trabajadoras de la ciudad y del campo, la creación de los empleos que
se requieren para reconstruir nuestro país y la apertura de opciones satisfactorias para
quienes se incorporan a la vida laboral.
Pensión universal a todos los adultos mayores y un sistema de jubilaciones solidario
y redistributivo
Disfrutar de tranquilidad y seguridad después de una larga vida de trabajo es un derecho.
Por tanto se garantizará que todos los adultos mayores cuenten con una pensión
alimenticia.
Y se construirá un sistema de jubilaciones eficiente y justo, rescatando las Afore de
manos de los bancos y creando un Instituto Nacional de Pensiones.
Hay que tomar medidas para garantizar que los fondos de los trabajadores administrados
por el Instituto sólo puedan canalizarse a inversiones en áreas estratégicas de la economía
nacional o en obras de beneficio social.
El cuidado de la naturaleza es una tarea de todos
Enfrentar la catástrofe ambiental mundial, fruto de una modernización neoliberal, implica
una ineludible participación personal, familiar y comunitaria de todos los pueblos.
Requiere cambiar hábitos, prácticas y costumbres. La defensa del medio ambiente debe
ser incorporada a nuestra agenda de deberes ciudadanos. Mantener la biodiversidad, la
salud, la calidad del aire, el agua y el suelo a niveles que permitan sustentar la vida y el
bienestar de los seres humanos, la vida animal y vegetal es un principio de una
responsabilidad ambiental.
Cultura, memoria, identidad y voluntad: las fuerzas del cambio
La cultura lleva necesariamente a la democracia porque la creatividad hace al hombre
libre y sobre todo más crítico. El disfrute de la cultura en todas sus manifestaciones
también es un instrumento no sólo de respeto por uno mismo, sino de liberación.
Una sociedad como la nuestra, hundida en la tristeza y sometida al terror constante de la
violencia y la inseguridad, requiere hacer un inmenso esfuerzo para recuperar los valores
y principios que dieron sentido a la formación de nuestra nación y que se hallan
plasmados en las obras que constituyen nuestro patrimonio histórico y cultural, así como
en el potencial creador de miles de hombres y mujeres dedicados al arte y la cultura en
nuestras comunidades y pueblos.Un Estado fraterno y solidario
La enorme desigualdad social de nuestro país ha provocado la fractura de la convivencia
y la armonía de nuestra sociedad, y es uno de los principales problemas de la nación.
Construiremos un estado fraterno y solidario que atenderá a todos, pero en primer lugar a
la mayoría de la población que vive en la pobreza. La solidaridad con los desposeídos no
sólo es un asunto de justicia, es la manera más eficaz, más humana y más barata para
garantizar la tranquilidad y la seguridad pública. Por eso reiteramos que por el bien de
todos, primero los pobres.
Se requiere un nuevo pacto social para reafirmar los derechos de la población y la nueva
República.
El derecho a ser felices y al bienestar, son la inspiración fundamental del proyecto
alternativo de nación. Con ella construiremos juntos, los caminos que conduzcan a la
liberación de nuestra patria.
Un México de todos y para todos. Un gobierno democrático del pueblo y para el pueblo.
* (Esta propuesta fue elaborada por una comisión integrada por Arnaldo Córdova,
Enrique González Pedrero, Luis Javier Garrido, José María Pérez Gay, Víctor Flores
Olea, Lorenzo Meyer, Rogelio Ramírez de la O, Adolfo Hellmund, Juan José Paullada,
Octavio Romero Oropeza, Luis Linares Zapata, Ignacio Marván Laborde, Julio Scherer
Ibarra, Jaime Cárdenas, Luciano Concheiro, Héctor Díaz Polanco, Elena Poniatowska,
Laura Esquivel, Víctor Manuel Toledo, Cristina Barros, Víctor Suárez, Bolívar
Echeverría, Armando Bartra, Jesusa Rodríguez, José Eduardo Beltrán, Agustín Díaz
Lastra, Antonio Gershenson, Claudia Sheinbaum Pardo, Asa Cristina Laurell, Raquel
Sosa Elízaga, Martha Pérez Bejarano, Bertha Elena Luján Uranga, Eréndira Sandoval y
Jesús Ramírez Cuevas).
Este documento es la síntesis de un trabajo más extenso que será publicado
posteriormente para contribuir al debate nacional.
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