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EN RECONSTRUCCIÓN
domingo, 27 de febrero de 2011
Estados Unidos, Internet y el Poder Inteligente.
Se enfatiza de una forma diplomática y edulcorada la forma de subvertir a través de Internet, ¿dónde?, pues en aquellos “estados totalitarios” para lograr un levantamiento popular en defensa de sus “derechos humanos y la libertad”. El verdadero objetivo es desestabilizar para entonces entrar en escena bajo el manido pretexto de proteger los derechos humanos mediante la “estabilización”, una de las acciones injerencistas del denominado Poder Inteligente, particularmente a través de uno de sus componentes, el Poder Blando.
Steve Hammons definió: “Los objetivos del Poder Blando generalmente se refieren a la diplomacia (incluyendo la Diplomacia Pública), la persuasión, la información y la comunicación, las presiones económicas, las operaciones psicológicas, las relaciones públicas y actividades similares. Estos pudieran ser abiertos, encubiertos o a veces la combinación de ambos. Pueden ser orientados a los países amigos o adversarios hostiles, así como estar dirigidos a la comunidad internacional o al pueblo de Estados Unidos”.
Se esgrime que EE.UU. debe reestructurar su mecanismo de seguridad nacional para unir los recursos del poder blando y poder duro para enfrentar los asuntos más críticos del siglo XXI, desde el extremismo islámico, el tráfico de drogas y la proliferación nuclear hasta la recesión económica, la pobreza mundial, los amenazantes desastres naturales y otras amenazas asimétricas.
Hillary Clinton ha expresado sobre el Poder Inteligente: “…para enfrentar los desafíos del mundo de hoy EE.UU. requiere innovación, adaptabilidad, poder para proyectar valores, capacidad de convenir y conectar amplias coaliciones de actores.... Por ello lo del Poder Inteligente no es solamente un lema, de hecho tiene significado. Ciertamente significó algo para mí cuando comencé a utilizarlo. Y creo que se está escogiendo gradualmente como un descriptor justo de lo que estamos acometiendo”.
Y añadía: “Tenemos que emplear lo que hemos denominado ‘poder inteligente’: todas las herramientas a nuestra disposición – diplomáticas, económicas, militares, políticas, legales y culturales” – para desarrollar una estrategia nacional integrada y coherente a fin de contrarrestar las amenazas asimétricas que enfrenta la nación en estos momentos.”
Los que abogan por el Poder Inteligente plantean que”no hay mejor ejemplo de la necesidad de EE.UU. de un cambio oportuno al poder inteligente que la frontera peligrosa, aunque vital del ciberespacio… el ciberespacio incluye algunos de los territorios más controversiales en la guerra de las ideas…”
Después de esta breve acotación sobre el Poder Inteligente, uno de sus componentes, el Poder Blando y el papel de Internet como una de sus herramientas, hagamos un ejercicio para interpretar lo que subyace en el discurso de la Secretaria de Estado de los EE.UU.
Lo primero que se identifica es que el tema de Internet lo aborda con el mismo enfoque que lo ha hecho con el denominado Poder Inteligente, más bien con uno de sus componentes, el Poder Blando.
La jefa de la diplomacia de EE.UU., con hipócrita euforia señala cómo a pesar de la medida del gobierno egipcio de desconectar Internet, de nada valió porque esta fue una vía a través de la cual se pudo conocer lo que acontecía y “los ciudadanos de todo tipo compartieron sus esperanzas y temores acerca de este momento crucial en la historia de su país”. Refiere las ventajas de Internet para los movimientos opositores expresarse y convocar al levantamiento contra los gobiernos opresores, que ven en Internet una amenaza y por eso la censuran.
No hay que dejarse engañar. ¿Podría alguien pensar que la señora Clinton se refiere a los movimientos opositores en el sentido que realmente tienen en Egipto o en cualquier otro lugar del mundo donde el pueblo se levanta ante la injusticia y opresión genuina? Nada de eso, y lo pone de manifiesto según avanza en su discurso.
Cuáles son los ejemplos de países que cita, donde según ella, los gobiernos han actuado igual que el de Egipto, o sea gobiernos donde hay “dictaduras”: Irán, China y por supuesto, no podía faltar, Cuba. Incita explícitamente a los pueblos de países como estos a no ceder, aún cuando le suspendan el acceso a Internet.
Está más claro que el agua, los EE.UU. arriman la sardina a su sartén, según sus intereses. Ahora Mubarak es “dictador” para ellos, mientras fueron los propios EE.UU. quienes lo apoyaban con sumas millonarias para mantenerlo en el poder. ¿Es este protagonista, el chivo expiatorio para organizar su discurso de incitación a la subversión en los países cuyos gobiernos y pueblos no se doblegan a sus intereses y designios imperiales, que por supuesto ninguna similitud tienen con este macabro personaje?
Al hacer alusión a la supuesta disyuntiva de si Internet es un arma de represión o de liberación, es decir si es “acelerador del cambio político, social y económico, y por otra parte como un medio para sofocar o extinguir ese cambio”, implícitamente reitera la idea de la necesidad de que los pueblos se rebelen a aquellos gobiernos “autoritarios” que “violan sus derechos humanos sistemáticamente”.
Cuánto cinismo de la representante de la diplomacia norteamericana al criticar la supuesta violación de derechos humanos en otros países, cuando su país es el mayor violador. Mediante la denominada Acta Patriótica el gobierno supervisa las comunicaciones en línea de los ciudadanos, incluyendo su historial de acceso a toda la Red; y qué decir de la ausencia de un sistema de salud público que cubra a todos sus ciudadanos, un sistema de educación sin igualdad de oportunidades, un país donde están presentes la xenofobia, el desempleo, el desamparo y muchas otras aristas de injusticia social y violación de los derechos humanos elementales. Con qué moral puede el gobierno imperial de EE.UU. criticar ni juzgar a otros cuando su sistema de gobierno no garantiza los derechos humanos más elementales, a pesar de ser una potencia económica y un país desarrollado.
Asevera por una parte que, “lo ocurrido en Egipto no fue debido a que las personas se comunicaran por Internet, sino porque la gente demanda un futuro mejor”, al igual que “lo que sucede en Irán es terrible porque es un gobierno que sistemáticamente viola los derechos de su pueblo”. Y agrega: “son nuestros valores los que hacen que estas acciones puedan inspirarnos o indignarnos, nuestro sentido de la dignidad humana, los derechos que se derivan de ella, y los principios en los que se basan”. ¿De qué valores habla, de los valores que EE.UU. utiliza para imponerse mediante la guerra militar o encubierta alentando a la subversión en aquellos países que no se subordinan a sus intereses y propósitos, ocasionando muertes de civiles inocentes o encarcelando en condiciones vejaminosas a personas inocentes bajo el consabido pretexto del terrorismo?
Entre los principios de los que habla Hillary está el formar, pagar y proteger a terrositas reales como Posada Carriles y Orlando Bosh.
Paradójicamente, le traiciona el subconsciente y afirma: “Internet se ha convertido en el espacio público del siglo 21 - la plaza ciudad del mundo, aulas, mercado, cafetería y discoteca. Todos modelamos y estamos modelados por lo que sucede allí”. Luego entonces, ¿lo que ocurre en Egipto e Irán, según ella, tiene algo que ver con Internet o no? ¿Es Internet un espacio que puede servir como arma ideológica o no?
Declara el derecho de libre acceso a Internet como parte del respeto a los derechos humanos e implícitamente reconoce que es un arma ideológica. ¿Son estas las razones por las cuales el gobierno de EE.UU. ha evitado a todo costo, que Cuba se conecte a Internet por medio de cables de fibra óptica que pasan a escasos 30 kilómetros y que tenga que utilizar conexiones satelitales, para después acusar al gobierno cubano de censurar el acceso a Internet.?
Los EE.UU. bloquean a Cuba para hacerle más difícil el acceso a Internet, al mismo tiempo que monta una campaña de que Cuba prohíbe el acceso a Internet y crean un personajillo a sueldo llamado Yoani Sánchez, para respaldar esta campaña, apoyados por los consorcios mediáticos propios y de sus aliados.
Afirma la Clinton que “En el espectro de la libertad en Internet, nos ponemos del lado de la apertura”. Sin embargo, como dueños de Internet, censuran a quienes publican información para desarticular sus mentiras, como sucedió con el espacio en Youtube de Cubadebate, el Facebook del Canal Habana; o cuando quieren aplicar el máximo rigor de la ley al creador de Wikileaks.
Según Hillary, “el hecho de que Wikileaks utilice Internet no es la razón por la que criticamos sus acciones, sino que al margen de la veracidad de los documentos, pone en riesgo al personal diplomático de EE.UU. que colabora estrechamente con los activistas, periodistas y ciudadanos para impugnar las fechorías de los gobiernos opresivos. Es un trabajo peligroso”. Entonces la Secretaria de la diplomacia norteamericana reconoce el trabajo injerencista y de subversión que realiza su personal diplomático en otros países. Alentar la subversión, mediante los más diversos medios y métodos es la razón de ser del Imperio, estar al acecho para cuando estalle la situación de desestabilización, entrar entonces en el juego, y el ejemplo más reciente de sus pretensiones es Libia, de ahí toda la campaña mediática desatada con mentiras flagrantes.
“Los Estados Unidos están decididos a detener el terrorismo y la actividad delictiva en línea y fuera de línea, y en los dos ámbitos que se han comprometido a alcanzar estos objetivos de conformidad con nuestras leyes y valores”. “Las palabras de odio o difamatorias pueden inflamar las hostilidades, profundizar las divisiones y provocar la violencia”, declara Hillary. ¿Y no es eso lo que hace EE.UU. todos los días contra quienes no son santo de su devoción en función de sus intereses?
“Los terroristas y los grupos extremistas utilizan Internet para reclutar y realizar actividades, por lo que el Gobierno de Estados Unidos invierte en ayudar a otras naciones a construir su propia capacidad de hacer cumplir la ley y asegurar que Internet no sea mal utilizada por los delincuentes y los terroristas al tiempo que protege las libertades de nuestros ciudadanos.” Este es el argumento principal en el que se fundamenta el denominado Poder Inteligente de EE.UU. como arma estratégica de su política exterior.
“Los Estados Unidos restringen ciertos tipos de discurso de acuerdo con el estado de derecho y nuestras obligaciones internacionales. Tenemos reglas sobre la difamación y la calumnia, la difamación, y el discurso que incita a la violencia inminente. Pero hacemos cumplir estas normas de forma transparente, y los ciudadanos tienen el derecho de apelar a su aplicación”. Esta es una de las mentiras que con más frecuencia suelen repetir con un cinismo increíble. ¿Qué es lo que hacen en el mundo sino precisamente violar el Estado de Derecho y las leyes internacionales?
Sin embargo, el impudor de Imperio es tanto que declara abiertamente estar realizando acciones globales entre países y empresas para bloquear a aquellos países que según ellos censuran el acceso a Internet.
Asegura la Secretaria de Estado que, “en el próximo año, la Administración completará una estrategia internacional para el ciberespacio, trazando el rumbo para continuar este trabajo en el futuro. Esta es una prioridad de política exterior para nosotros, una que sólo ganará en importancia en los próximos años”
La esencia de todo este discurso que hemos querido diseccionar en algunas de sus partes, es garantizar una herramienta del Poder Inteligente, en este caso del Poder Blando, es decir aplicar la fórmula subversiva en todas sus variantes para provocar conflictos internos en los países y después utilizar la opción de la “estabilización”, momento en que asumen su papel intervencionista para garantizar sus intereses, no precisamente la de los pueblos.
Como dice el refrán, “compraron pescado y le cogieron miedo a los ojos”, porque aunque ellos utilizan Internet como herramienta de subversión y desestabilización, temen que sus adversarios también la empleen para denunciar las acciones imperiales y poner al descubierto la realidad que tanto manipulan los medios capitalistas. Esta es la verdadera razón del ensañamiento en juzgar al creador de Wikileaks.
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